París, 1941-1944
Las polémicas fotos
en color de Monsieur Zucca
Cuando
Steven Spielberg iba a comenzar el
rodaje de “La lista de Schlinder” (1993) dejó claramente establecido que para
él “toda imagen de la Segunda Guerra Mundial debería filmarse en blanco y
negro”.
Es
que los millones de imágenes que tenemos de esos tiempos, raramente son en
color.
El
desarrollo de la tecnología/color aún no estaba masificado y el propio
dramatismo de la época, llevó a que en
el imaginario general esos registros gráficos serían para siempre en una gama
de grises, del más oscuro al más claro.
La
última vez que visité París fue en enero de 2007 y ya se hablaba entonces de “las fotos en color
de André Zucca” que serían expuestas- en un total de 270- en la Biblioteca
Histórica de la Ciudad en pleno barrio del Marais un año después.
Zucca
había nacido en el Piamonte en 1897. Siendo
niño viajó a Estados Unidos y en 1915
fue a Francia donde se establecerá hasta su muerte.
No
fue un fotógrafo famoso en su época y murió- bajo el nombre de André Piernic-
en 1973 viviendo modestamente y sacando fotos de bodas, cumpleaños y
bautismos.
Entre
medio fue un decidido colaboracionista de los ocupantes alemanes y fotógrafo
contratado por la revista de propaganda
nazi SIGNAL
para la que sacaba fotos que le pagaban muy bien.
Curiosamente
pocas veces las mismas fueron publicadas y simplemente quedaron como
“registros” en su propio archivo personal. Es más, ninguna de estas fotos en
color de París se publicó nunca porque no se consideraron “interesantes” por
las autoridades alemanas.
En
1941 los servicios de ocupación nazi le entregaron una cantidad importante de
película AGFACOLOR (la competencia directa de la norteamericana KODAKOLOR), un
material del que ningún otro fotógrafo disponía por su elevado costo y la imposibilidad
de obtenerlo si no era con orden “directa de los servicios de propaganda de las fuerzas de ocupación”.
Zucca
se dedicó entonces- pacientemente- a
fotografiar la vida parisina que le rodeaba entre 1941 y 1944.
La Muestra y el
escándalo
La
exposición “Los parisinos bajo la
ocupación” abrió finalmente en Marzo
de 2008 y desencadenó un escándalo de
proporciones.
Las
fotografías fueron consideradas “políticamente incorrectas” al mostrar una
ciudad que no parecía estar pasando los rigores de una ocupación militar, con
“deslumbrantes colores y gente animadamente común” y - por sobre todo- aparentemente “ajena a los horrores que se
vivían en esos tiempos”.
Zucca
había muerto hacía 35 años, su hijo Pierre, quien fuera realizador y guionista cinematográfico
también, no sin antes ofrecer el archivo de su padre a la Biblioteca Histórica
de París- unos 25000 negativos- por una suma simbólica.
Temía
que si las llevaba a subasta, las mismas podían ser compradas por grupos privados
“de interés” que las destruyeran.
Nunca
se habían visto públicamente con anterioridad.
El
conflicto (nunca resuelto) de décadas
que sobrellevan los parisinos por su actitud colectiva durante la ocupación alemana volvió a la superficie.
A
las voces clamando por la clausura directa de la Muestra se sumaron otras que dejaron claro que las fotos fueron
“registros espontáneos” de esos años que
mostraron- eso sí- a una parte de la
población en su vida diaria y no a la totalidad de la misma.
La vida en Paris no se paralizó, la gente siguió viviendo como
pudo y algunos (más de los que pueda aceptarse para muchos) “no la pasaron tan
mal” pero de esto nunca se habla aunque es históricamente cierto.
Los
espectáculos brillaron y los cabarets y clubes nocturnos trabajaron a sala
llena. Algo que pocas veces se recuerda, porque se deberían entonces nombrar a
los artistas –muy famosos varios de ellos- que participaron de los mismos…
En
sólo dos de las 270 fotos se ven a ciudadanos judíos con la Estrella de David pegada
en sus abrigos (una de ellas se puede ver en esta nota).
No
hay colas por el racionamiento ni arrestos masivos registrados.
También
se ven las banderas de cruz gamada ondeando por la Rue de Rivoli , jóvenes francesas departiendo en los Jardines de
Luxemburgo o luciendo sombreros a la moda de entonces por la Place Vendôme.
Jean
Baronet, curador de la Muestra, asumió
vivamente la defensa de la misma afirmando “a diferencia de Robert Capa, no
pertenece a ningún círculo político, el fotógrafo era un individualista que
sólo sacó las fotos que le parecieron pertinentes, las fotos que consideró
adecuadas para reflejar el momento que estaba viviendo”.
Es
sugestiva la madre con su hijo cruzando la calle a pasos del Arco de Triunfo
donde un enorme cartel anuncia una gran exposición sobre “Los bolcheviques
contra Europa” que se llevaba a cabo en esos momentos en la Salle Wagram o un hombre mirando un aviso con la leyenda “Si
quieres ganar más dinero, ven a trabajar a Alemania”, algo extraordinariamente
raro en su utilización del “tuteo” que sabemos no es común entre los franceses.
Negociación ante un
tema tabú
Finalmente,
y ante la posibilidad –real- de que algún grupo de exaltados atacara la Muestra
y la negativa a clausurarla, se negoció entregar a cada visitante (fueron miles, alentados por la polémica) una “hoja de sala”
que enmarcaba el contexto histórico en que las fotos habían sido tomadas.
El
historiador Jean-Pierre Azéma sugirió que la exposición cambiara su nombre por
el de “Algunos parisinos bajo la ocupación” pero no fue atendida su
propuesta, pese a ser el autor del
prólogo del libro/ catálogo.
Otros
intelectuales tomaron la opción de manifestarse indignados ante los clamores de
censura con frases como “¿Es necesario explicar a un espectador la foto de tres
muchachas con lentes de sol en las que un fotógrafo se detuvo, o aclarar que ese hombre mostró lo que quería
de una ciudad que siguió su trajinar en medio de la ocupación? “.
El
catálogo de la Muestra-editado por Gallimard- se agotó a los pocos días.
Un
comentario .nunca probado- es que algunas personas compraron cientos de ellos
para “sacarlos de circulación”.
Esto nunca se constató de forma fehaciente, pero es interesante saber que la editorial
nunca aprobó una “segunda edición” pese a los reclamos al respecto.
Un
amigo uruguayo que vive hace años en Paris lo encontró (usado) en una librería
barrial y me lo trajo de regalo.
Es
así que podemos hoy compartir una pequeña muestra de estas polémicas fotos.
André
Zucca fue arrestado luego de la “liberación de París”, acusado de
colaboracionista.
Lo
fue, sin duda.
Estuvo
preso casi un año y al salir de la cárcel se mudó a Dreux donde vivió modesta y cautamente por
casi 30 años como Monsieur Piernic, el fotógrafo “para fiestas familiares”.
Durante
los meses que duró la Muestra se recordaron comentarios formulados por artistas de
aquellos años.
Me llamó la atención una frase de la actriz/ estrella
Arletty (murió a los 94 años en 1992) quien entre otras películas estelarizara en 1942 (plena ocupación) el clásico “Los visitantes de la noche” dirigida por
Marcel Carné.
Consultada
por su vida en aquellos años, se limitó a
resumirlos en esta frase: “Mi corazón era francés, pero mi culo, internacional”.
Copyright © EM
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Las
fotos han sido tomadas del catálogo de la Exposición “Les parisiens sous l'occupation” realizada entre el 20 de marzo y el 1 de julio de
2008 en la Bibliothèque de la Ville de
Paris. Ediciones Gallimard, Paris-
2008.
La revista Signal fue comprada por el autor de la nota en la
feria de Tristán Narvaja de Montevideo en 1997.
las controversias hacen aún más deliciosa la muestra de fotos.
ResponderEliminarLas fotos como las personas solo existen, a pesar de las ideas, de la guerra, de la injusticia o de cualquier otra plaga de la humanidad
Las fotos retrataron esos años. NO están posadas, era lo que el fotógrafo vio.
EliminarEs impresionante ver la Historia desde un punto de vista como este que tuvo un hombre y una cámara en un momento histórico.