viernes, 28 de febrero de 2014

Marie Bashkirtseff, talentosa, censurada, tísica y luchadora



Hasta hace pocos días no sabía quién era.
Con asombro me entero ahora que hay hasta grupos mundiales que mantienen viva su memoria, es que Marie Bashkirseff escribió un DIARIO que se convirtió en toda una descripción de un mundo y una forma de vivir que trascendió las épocas y los gustos pese a haber muerto a los 25 años…
Mirando, una vez más,  libros usados en la feria de Tristán Narvaja me encontré con un pequeño ejemplar  de 125 páginas editado por el Centro Editor de América Latina en 1977 que me descubrió a una joven ucraniana, de nacionalidad rusa, apasionada y apasionante que vivió entre 1858 y 1884.
Es que salvo alguna excepción muy especial como  “Camille Claudel” (1988),  “Lola Mora” (1995) o la más reciente “Séraphine”  sobre la notable Séraphine Louis (2008),  no hay películas dedicadas a mujeres pintoras o escultoras. Siempre son personajes secundarios como la pintora Lee Krasner (Marcia Gay Harden, que se llevó el Oscar a mejor actriz secundaria) en “Pollock” (2000).
Y el cine magnifica, amplía, difunde,  el conocimiento de estas mujeres que asombrosamente tuvieron que vivir en un tiempo en que ser artista y mujer carecía del interés que podía suscitar un hombre con menos talento.

¿Quién fue Marie?
Marie Bashkirtseff escribe un delicioso diario (que comenzó a escribir al cumplir los 15 años) en el que da cuenta de su vida, fundamentalmente en París, de sus viajes (muchos), de su luchas por no poder sentarse en un café a tomar algo y a mirar a la gente porque es mujer (como también lo dijo Delmira Agustini de Montevideo pocos años después).
Escribe Marie: “Lo que más envidio al hombre es la libertad de pasear solo, de ir y venir, de sentarse donde quiera, en los bancos del jardín de las Tullerías, de detenerse a contemplar las vidrieras artísticas, de entrar a museos y en iglesias, de caminar al atardecer por las antiguas calles. Eso es lo que envidio, esa libertad, sin ella es imposible convertirse en un verdadero artista”.

Censurando una vida y la verdad posterior…
El diario que conozco es apenas una sombra de la obra completa.
Su madre se encargó se cortarlo y armarlo a su gusto lo cual fue un desastre, pero tuvo la buena idea de donar el trabajo completo a la Biblioteca Nacional de París para su "posible publicación 50 años después de su propia muerte".
El tiempo para publicar la versión completa de los 84 cuadernos originales que dejó Marie comenzó en 1964 pero la “versión censurada” ya se publicó en 1887 (a tres años de la muerte)  y en París; en 1889 aparece en inglés en Estados Unidos; en 1890 en Londres y recién años más tarde en español, en 1903 y en Buenos Aires, pese a que la madre llegó a pedir a Doña Emilia Pardo Bazán, consejo para publicarlo en España a poco de la muerte de Marie.
Según un trabajo  reciente de la City University of New York – “tanto la edición de 1887 como subsecuentes ediciones y traducciones son expurgaciones de los manuscritos originales, censuras que empobrecen una gran obra…”.
Todas las primeras ediciones del DIARIO de Bashkirtseff fueron cambiadas, cortadas y contaminadas por la madre, su primer editor, Albert Theuriet y luego por el aventurero Pierre Borel, quien logró que Madame Bashkirtseff le diera los originales y los fragmentó con miras al “sensacionalismo comercial” publicándolos  por entregas a manera de los folletines muy en boga entonces. No pasó de tres fascículos...

La pintora, la tisis y el final
Tuvo verdadero talento para la pintura- poco reconocido en su momento-  pero hoy sus obras se encuentran en el Museo D´Orsay, en el Petit  Palais y en otras colecciones muy importantes.
Se miran, casi siempre,   sin saber quién fue esa artista de vida tan corta e intensa.
La Academia Julian de Paris, donde se formó, tenía un piso principal para los hombres y un sobre piso para las mujeres que querían estudiar allí.
Marie nunca estuvo conforme con ese confinamiento “al entrepiso” y más de una vez se enfrentó a sus maestros por ello.
Es que hoy resulta increíble lo que era la condición femenina (aunque fuera de familia rica e influyente) en ese entonces.
Comentando el DIARIO de Marie, Rubén Darío escribe en 1911 “Lo encuentro plagado de naderías, cosas comunes, uno que otro epifonema, observaciones picantes…pero admiro la forma, por momentos aparece la perla, el talento…”.
Amado Nervo leyó la obra en 1915 y escribe “Alabo el alma desnuda de la Bashkirtseff, creando a través de su figura,  un fuerte contraste entre lo que ella representa y el mundo en el que me ha tocado vivir a mi…”
Marie estaba tísica, lo que era en ese momento,  una sentencia de muerte.
Lo sabe y se resiste, pero esas fuerzas van menguando, el 20 de octubre de 1884 escribe “hace ya un par de días que mi cama está en el salón. Nadie se da cuenta, porque la habitación es muy grande y está dividida por biombos, además del piano y los taburetes, Lo que ocurre es que me resulta sumamente difícil subir la escalera…
Así se interrumpe el relato, 11 días después,  muere.
Se la sepultó en el Cementerio de Passy (París). La familia mandó construir una capilla/mausoleo  estilo ruso que diseñó Emile Lepage y que tiene la particularidad de reproducir en su interior el estudio de Marie hasta en sus mínimos detalles,  lo que ha llevado a que la ciudad de París la declarase monumento histórico.
Se la puede visitar algunos días por año,  solamente.
Existe hoy mismo un activo Cercle des amis de Marie Bashkirtseff abocado a la difusión de su obra  y que en 2005 completó la primera versión completa del DIARIO en 16 volúmenes de 300 páginas cada uno. 4800 páginas de vida...
Prepara otras ediciones, por ahora solamente en francés,  que estarán listas en poco tiempo.
Ella, que soñó con ser recordada en el tiempo,  lo ha logrado.  
Aunque pocos conozcamos su nombre y tengamos que descubrirla en una feria de domingo entre viejos libros usados…
Copyright © EM



"Armandine" una de las últimas pinturas de Marie, 1884