viernes, 24 de enero de 2014

Soraya, cazada, repudiada, rica e infeliz…




Para que el nombre que titula esta columna tenga sentido, los probables lectores deberán tener más de 35 años.
Dudo que alguien de menor edad pueda recordar a esta mujer que durante muchos años vivió entre el más deslumbrante “jet set” europeo,  muriera-en misteriosas circunstancias nunca aclaradas en 2001-  y fuera considerada “la princesa de los ojos tristes” al haber sido “repudiada” por su marido, el Sha Reza Pahlevi en 1958, por la imposibilidad de poder darle hijos…
En una época en que estas historias “vendían mucho”, Soraya (¿se imaginan a cuantas mujeres en el mundo le pusieron ese nombre por ella?) se convertirá en un “personaje” elegante y luminoso de toda Europa.

Su vida
Nacida en Ispahán (cerca de Teherán) el 22 de junio de 1932,  su verdadero nombre era Soraya Esfandiary.
Hija de Khalil Esfandiary,  de la nobleza iraní y de Eva Karl, alemana,  su belleza fue especialmente deslumbrante.
Fue la segunda esposa  de Mohamed Reza Pahlevi con quien se casó en 1951.
Se dice que el Sha la conoció por una fotografía suya que lo deslumbró y “ordenó” el casamiento. Fue un caso de caza imperial...
Esa boda y los años que le siguieron fueron- de acuerdo a lo relatado por la propia Soraya muchos años después- “Un verdadero tormento (…) No tardé en darme cuenta de que las mujeres de la corte poseían mucho poder. En una palabra, la corte real era demasiado femenina. Las hermanas del Sha y su madre, aunque oficialmente carecían de poder, mandaban en todos los asuntos de Estado. Era un régimen matriarcal que siempre me detestó”.
También habló de que su supuesta infertilidad no fue más que “una burda mentira urdida por un grupo de médicos iraníes para obligar al Sha a repudiarme”. Extremo este nunca probado.

Después del repudio
Pero más allá de los supuestos “ojos tristes “de la  princesa, poco evitó los muchos romances que tuvo luego del divorcio.
Se dice que el primer pretendiente que tuvo fue el rey Faruk de Egipto, pero de allí a otros millonarios magnates de toda Europa su vida sentimental fue bastante movida.
Poco quedaba entonces de aquella muchachita que el 12 de febrero de 1951 con 19 años y pesando 40 kilos se casaba con una ceremonia de cuento de hadas en una tarde de Teherán bajo la nieve,  enfundada en un vestido realizado especialmente por Christian Dior en lamé de plata  y piedras preciosas con un peso de 17 kilos que-literalmente- la hizo desplomar al piso camino al Palacio donde se celebraría la boda.
Era una belleza serena de ojos hermosamente claros.
Nunca tuvo idea del tipo de régimen que encabezaba su esposo el Sha  a quien por años influyeron de modo fundamental dos personas: su hermana melliza,  Ashraf  y un jardinero gay, Ernst Prodon (conocido como el “Rasputín de Irán”) quien había sido compañero de estudios del Sha en Suiza y al que quiso tener a su lado hasta su muerte viviendo como su único y privilegiado confidente y amigo especialísimo.
La hermana y Ernst detentaban un poder REAL y siniestro en el país.
Al separarse,  el Sha le permitió a Soraya seguir utilizando el título de” princesa imperial”, le regaló  una cuantiosa fortuna y un pasaporte diplomático de por vida.
No fue poco.
 Salieron entonces decenas de crónicas supuestamente escritas por Soraya con frases como: “Mis lágrimas se habían agotado para dejarme en el fondo de mis ojos un brillo intenso. La vida ya no sería nunca lo que fue…” que hicieron las delicias de millones de señoras y señoritas de entonces en el mundo entero.

Soraya y el cine
Quiso convertirse en actriz de cine  y será la película “Los tres rostros de una mujer” (1964) la que supuestamente “lanzaría” su carrera y fue publicitada con bombos y platillos.
Pese a estar dirigida por Antonioni, Bolognini  y Franco Indovina fue un fracaso total.
 En el elenco estaban los eminentes Alberto Sordi y Richard Harris que poco pudieron hacer.
Película de “episodios” como se estiló durante un tiempo en el cine italiano de entonces, en el primero de ellos Soraya huía de los periodistas que la acosaban y se encontraba con Dino de Laurentiis en persona, en el segundo tiene varios “amantes célebres” y termina en el tercero con una historia de enamoramiento mutuo con Alberto Sordi.
En Montevideo se estrenó el 15 de Julio de 1965 en el cine Plaza sin mayor éxito, la gente ya la estaba olvidando y ni siquiera la curiosidad movió multitudes.

Una muerte anunciada
Fue encontrada muerta por su mucama en su apartamento en Paris en octubre de 2001, sufría de varices severas en las piernas que la atormentaban, estaba sola y deprimida.
No soportaba la cercana llegada de los 70 años.
Murió sin dejar testamento,  dejando  una fortuna de más de 80 millones de euros que por vericuetos legales fueron a dar al fisco de… Alemania.
Está enterrada en el cementerio de Múnich.
Para asombro de muchos,  fue la única integrante de la familia imperial no repudiada por el régimen de Jomeini ni jamás fue acusada por el régimen de los ayatolás. Las verdaderas razones se desconocen y nunca más se habló de ella.
Si viviera,  este año 2014 cumpliría 82 años.
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Soraya en un fotograma de su película "Los tres rostros de una mujer", 1964