viernes, 21 de febrero de 2014


El petiso orejudo.


Conocí la historia del “petiso orejudo” cuando estaba al aire el programa de televisión “Siglo XX Cambalache” que hace ya muchos años se exhibía en un horario lateral en la televisión local.
La historia de este asesino serial (casi) infantil, conmovió a las sociedades argentina  y uruguaya  de comienzos del siglo pasado que, hasta entonces,  no habían registrado un caso así.
Por otra parte, hace tres años, visitando el penal de Ushuaia volví a tener conocimiento (esta vez  en directo) de Cayetano Santos Godino nombre real de este adolescente que horrorizó a sus contemporáneos.

La (mala) traslación al cine
Hace unos días vi, en DVD, la película “El niño de barro” (2007) una producción hispano/ argentina que lo tiene como personaje alrededor del cual se desarrolla todo el filme sin que el espectador sepa, hasta el final, quien de los muchachos es el asesino.  Centra la acción en el hijo de una pobre inmigrante española que tiene delirios y visiones anticipadas de crímenes que pueden inducir a que el asesino es él.
No se entiende bien por que el director y guionista Jorge Algora, inspirado en estos hechos reales, dedica su metraje al personaje de ficción en lugar del personaje real, que en realidad aparece en unas 3 o 4 escenas nada más.
La película llegó a estrenarse en Montevideo pero apenas duró un par de días en cartel.
Una lástima,  porque a pesar de los reparos antes mencionados, tiene una notable reconstrucción de época, unas actuaciones excelentes y toca un tema apasionante como es la apabullante realidad de un niño asesino de niños que tiene unos pocos años más que ellos.

Enfermo, asesino, sórdido y abandonado
Cayetano Santos Godino no tuvo una vida fácil desde el comienzo.
Nacido el 31 de octubre de 1896,  hijo del inmigrante calabrés Fiore Godino y Lucía Ruffo. El padre era un alcohólico golpeador y sifilítico (no le faltaba nada) que lo crió en la calle.
En septiembre de 1904 -con 7 años- pegó hasta casi matar a un niño de 2 años al que arrojó sobre una planta espinosa en el momento en que pasaba por allí un policía que lleva a los dos a la comisaría.
Con 8 años Cayetano le da la cabeza contra una piedra a la bebé (18 meses) Ana Neri  y nuevamente es descubierto por un policía que lo lleva detenido hasta que la madre vuelve a buscarlo sin que se realicen denuncias en su contra.
Ya en 1906( con 10 años)  comete su primer crimen contra una niña de dos años a la que golpea y entierra viva.
Su padre dice que ya no puede con él y se presenta ante la policía. Ha quedado el escrito realizado en ese momento:
”A los 5 días del mes de abril de 1906 comparece ante el Comisario de Investigaciones quien dice ser, bajo juramento, Fiore Godino, italiano de 42 años de edad con 18 de residente en el país, casado, farolero y domiciliado en la calle 24 de Noviembre 623. Expresa que tiene un hijo llamado Cayetano, argentino, de nueve años y cinco meses, el cual es absolutamente rebelde a la represión paternal, resultando que molesta a todos los vecinos, arrojándoles cascotes o injuriándolos; que deseando corregirlo en alguna forma, recurre a la Policía para que lo recluyan  donde crean oportuno y para el tiempo que quieran. …”
Cayetano estuvo recluido poco más de 8 semanas para volver a la calle y a sus andadas.
La crueldad que va introduciendo en sus asesinatos es creciente, sorprende en su crueldad.
Finalmente, en 1908 y luego de cuatro homicidios probados y alguno más que dijo cometer pero de los que no se encontraron pruebas, Cayetano es llevado al  Hospicio de las Mercedes y estuvo a punto de ser dejado en libertad por el Juez al considerarlo “incapaz y retardado”.
Intenta huir, es trasladado entonces a la Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras y es en 1923 en que es llevado al tristemente famoso penal de Ushuaia donde permanecerá hasta su muerte en 1944.Tenía 48 años y desde hacía mucho tiempo era un muerto caminante.
Allí siguió con sus tropelías, esta vez contra un gato de los internos,  lo que provocó la ira de estos que le dieron una paliza que le costó casi un mes de hospital…pero no se detuvo en su irrefrenable necesidad de matar…
En el penal fue objeto de todos los ultrajes imaginables: violaciones seriales, lo fotografiaron desnudo innumerable cantidad de veces para “mostrar” su enorme naturaleza masculina que era objeto de burla (o deseo…) por parte de médicos, carceleros y reclusos,  además de los diarios golpes corporales que lo hicieron vivir en un auténtico infierno. 
Un médico argentino de la época, basado en las teorías de Cesare Lombroso, representante del "positivismo criminológico",  llegó a asegurar que las acciones asesinas de Cayetano eran fruto del tamaño desmedido de sus orejas y sus órganos genitales...
Esta absurda teoría increíblemente tiene sus seguidores casi un siglo después. 
Es relativamente fácil hoy encontrar en la web una galería de fotos del Petiso Orejudo- todavía adolescente- totalmente desnudo.
Hoy es una de las “estrellas” del penal más austral del mundo para los miles de turistas de todo el mundo que acuden a ver lo que fue esa “Cárcel del fin del mundo” que, por cierto, se mantiene en perfecto estado de conservación.
Cuentan su historia unos paneles mal diagramados junto a algunas fotos de pésima calidad, hasta hay ropas que pertenecieron a Cayetano.
Todos salen conociendo que estuvo allí encerrado por  21 años. 
NO hay referencia alguna a su vida familiar.
En 1947 el penal de Ushuaia fue clausurado para siempre como tal por orden de Juan Domingo Perón. 
Cuando fueron a buscar sus restos,  no estaban en el Cementerio penitenciario que también se cerró como tal..
La esposa del último director del lugar,  usaba como pisapapeles,  el fémur  del Petiso Orejudo.
Sus restos se perdieron para siempre.
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Cayetano Santos Godino, alias El petiso orejudo c.1916