viernes, 21 de marzo de 2014

DIARIO DE VIAJE
EGIPTO (3) Última entrega

Esta aventura ha sido compartida con Alejandra Casablanca sin cuya compañía, apoyo y afecto habría sido imposible de realizar.
A ella está dedicado este Diario



La salida para la estación de ferrocarriles de Giza la hicimos desde el Hotel entre medio del caótico tránsito de El Cairo
No sabíamos ni como serían los vagones ni cuan cómodas las cabinas...
No eran las 19 hs. y luna y las estrellas se intuían en el siempre nublado- por el smog-  cielo cairota....
La entrada a la estación se hace a través de un detector de metales y armas que se pasa en segundos si uno es turista extranjero y blanco,  y sobre todo si  está acompañado por un guía oficial.
Era nuestro caso.
La estación es muy moderna y está repleta de la gente más pintoresca, mayoría absoluta de hombres con túnica y turbante. Las poquísimas mujeres locales cubiertas en sus cabezas y cuerpos por el  color negro.
Los turistas, muy pocos también...mayoritariamente alemanes y rusos…


Hay una zona en la estación, que abarca la distancia de unos 4 o 5 vagones dormitorio está predeterminada y los guías llevan a sus clientes extranjeros hacia allí. En esa zona NO se admiten pasajeros egipcios.
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Llega el largo tren, el equipaje aparecerá mágicamente en nuestra cabina donde dos cómodos sillones- bien tapizados- están perpendiculares a una amplia ventana.
A la derecha, dos puertas esconden una pileta con impecables toallas blancas, canillas para agua fría y caliente, botellas de agua Barakka y un placard para colgar ropa. 
Noto que la amplísima ventana tiene gruesos vidrios blindados y espejados.


Xerxes, el guía, nos saluda y quedamos allí…en nuestra cabina,  a la espera de la partida...que se hace lentamente como seguramente fue en 1920 cuando los egiptólogos Howard Carter y Lord Carnarvon,  partían hacia Luxor en uno de sus tantos viajes...

Un muy servicial mozo,  impecablemente vestido y tocado con un Fez rojo hace irrupción por los pasillos llevando un carro en el que aparecen botellas de refrescos, agua mineral, jugos y hasta cerveza y vinos.
Los códigos musulmanes sobre el alcohol se rompen con los turistas.
Le preguntamos en inglés por el salón comedor y jamás olvidaré su respuesta y su peculiar pronunciación,  digna de un personaje de film noir de los años 40: “Dinner will be served at the cabin...monsieur.....”

Con mayor velocidad el tren comienza a recorrer El Cairo....probablemente lleve más de dos horas salir de la ciudad...y gente y más gente...los comercios siempre abiertos. 
Gente pobre o muy pobre, con sus túnicas, sus turbantes y hombres o niños en su mayoría más absoluta.
Caras que miran hacia ese tren que tiene permiso para trasladar turistas.
A quienes  no pueden ver,  por los vidrios espejados,  pero que nos intuyen…


Salgo un momento al pasillo  y me topo con un hombre joven armado con una ametralladora de guerra y uniforme militar camuflado que me sonríe con amabilidad y me dice “security” y va a apostarse en alguno de los comienzos  de cada vagón con sus compañeros de la seguridad.....iremos escoltados a guerra...los egipcios no olvidan que hasta hace pocos años hubo ataques a trenes con turistas en el Egipto medio.

Al poco rato unas enormes bandejas con comida caliente entran en nuestra cabina en las manos  del impecable mozo de Fez rojo.........y cenamos mientras nos vamos deslizando a enorme velocidad por las vías paralelas al Nilo..... Hay un mozo de Fez rojo cada tres cabinas, las lindantes con la nuestra estuvieron vacías,  por lo que fue un servicio más que personalizado.
En tiempo prudencial, mientras escuchamos a los turistas alemanes riendo a mandíbula batiente camino al vagón discoteca.(que también hay...).nuestro mozo retira las bandejas y nos pide que salgamos por un momento al pasillo...en segundos aparecerán como en un acto de magia dos espléndidas literas con inmaculadas sábanas blancas y mantas rojas.....Hasta hoy nos preguntamos a que lugar ignoto fueron a dar las cómodas poltronas que nos recibieron...misterio oriental!
Nos dormimos viendo la noche egipcia...y cada tanto el Nilo,  ya a gran velocidad...... Al lado de los ductos del aire acondicionado un pequeño parlante emite canciones de…Madonna.Se puede apagar o bajar a gusto.


Nos despiertan los discretos golpes del mozo que introduce nuevamente grandes bandejas.
Ahora con humeantes desayunos...miro el reloj...son las cuatro de la mañana....en media hora estaremos en Luxor.
Nos vestimos a las corridas y el tren va llegando a una tranquila estación que parece no haber cambiado en los últimos 90 años...

Otro guía nos espera y mientras nos cargan el equipaje (algo siempre incluido) estamos en el frente de la Estación....sigue la noche cerrada y son las 5 menos cuarto de la mañana.
Nos trasladan en una camioneta con aire acondicionado a full que contrasta con el cálido aire con aroma a especias siempre presente en Luxor......en minutos estamos en un muelle frente al Nilo...y allí está el crucero CAPRICE...nuevo, a tan solo dos años desde su botadura...
En su entrada nos está esperando NUEVAMENTE otro detector de metales y armas....
El camarote es enorme....y no le falta nada...ni siquiera una enorme ventana de pared a pared y del techo al piso.....un baño "a la romana" nos asombra por su esplendor...
Estamos en LUXOR donde el testimonio más palpable de su glorioso pasado es el templo de AMON-RA.
Cuando los primeros rayos del nuevo día comenzaban a brillar en el cielo....terminábamos de acomodar nuestra ropa en el amplio placard del camarote.


Éramos los primeros en llegar al crucero, nuestros compañeros de aventura llegarían más tarde en ese día porque habían decidido volar desde El Cairo en lugar de tomar el ya poco moderno tren que nosotros preferimos. Y volveríamos a preferir!

Nos duchamos y nos dormimos nuevamente.  
En mi cabeza sólo estaba la idea de que me encontraba en una realidad paralela…
Hasta varias horas después no teníamos salidas previstas.
En la televisión satelital del camarote...nos llamó la atención ver varias cámaras que mostraban cual “gran hermano” diversos lugares de la embarcación, la sala de fiestas, la proa, la cubierta con su piscina y jacuzzi. ¿Seguridad? ¿Novedad? ¿Servicio? Nunca lo supimos.
Nos levantamos tarde de esa "siesta matutina" y salimos a recorrer los locales comerciales por la Corniche de Luxor frente a donde el CAPRICE estaba anclado.

El regateo que será una constante, las artesanías que se iban a repetir multiplicadas por miles......las hermosas piezas de alabastro.
Las imágenes de la faraona Hatshepsut,  los escarabajos que nos acompañarán a toda hora y en cualquier lugar…
Al mediodía teníamos 32 grados de temperatura -que apenas se percibe por la baja humedad.-. En el salón comedor nos asignan la mesa 32. Lo tomamos como un buen augurio.


Y conoceremos a Marisa, Fernando, Beatriz, Andrés, Juan y Mariano con quienes compartiremos luego: desayunos, almuerzos, meriendas y cenas a lo largo de los días.
4 españoles, 2 colombianos, dos uruguayos.

Luego del almuerzo, una pequeña barca nos cruza hacia la otra rivera del Nilo, y visitaremos a los Colosos de Memnon (desde uno de los cuales, dice la leyenda, se escuchaba una música celestial cuando le daban los rayos del sol y hasta vinieron emperadores romanos a admirarlo), y el valle de los Reyes, y el valle de las Reinas...y visitaremos en sus casas eternas a faraones, príncipes y reinas que entre colores increíbles lograron lo que más ansiaron: la vida eterna, el que hoy los recordemos.....

Y en esa noche, visitaremos el increíble templo de Luxor. Con recién estrenada iluminación cuasi teatral donada por Hilary Clinton quien ama profundamente el lugar e hizo personalmente campaña internacional  de recaudación de  fondos para una obra tecnológicamente asombrosa ya que NO se ven los focos...
Ese templo maravilloso que  comenzó a construir Amenofis II en el siglo XIV antes de nuestra era pero que también fue obra de Ramsès II, el templo al que le hurtaron- sin otro permiso que el del Pachà Muhammad Alì-  un obelisco que hoy se luce en Paris.
El templo de los colosos de granito en la entrada.....donde se celebraba con miles de sacerdotes el decimonoveno día del segundo mes de la inundación cuando desde el cercano templo de KARNAK partía la barca sagrada de AMON- RA recorriendo la avenida de esfinges entre cánticos, músicas y danzas…



La maravillosa sala hipóstila  cuyas columnas conservan aún hoy en varios lugares, los colores originales de hace más de tres mil años!!!

Y uno se deslumbra en la noche de Luxor una vez más....

Desde la mezquita instalada en medio del templo, el almuédano  comienza su plegaria. Estremece el ambiente al que se le suma una luna menguante brillando escandalosamente bella con  un cielo negrísimo...
Entre las palmeras a los costados del camino de las esfinges,  el aire cálido abruma,  perfumado por flores y especias.

La gente habla en voz baja, y yo me sumerjo en los siglos agradeciendo a la vida vivir ese momento.....sabiendo íntimamente que tal vez sea la única vez en mi existencia terrena,  que pueda sentir todas estas sensaciones juntas.
Copyright © EM


Mariano, Juan, Enrique, Alejandra, Marisa, Fernando, Beatriz y Andres, compañeros/as de aventuras.
El CAPRICE
Templo de Luxor