CENSURA PARA TODOS LOS GUSTOS (Y
DISGUSTOS…)
Trabajando
en una investigación sobre los espectáculos durante la Guerra Civil española
me topé sorpresivamente con los increíbles decretos sobre censura
cinematográfica fechados en 1937 que estuvieron vigentes por décadas.
Ante
tamaño atropello a la libertad de los espectadores, no resisto en comentar
alguno de sus artículos que hoy nos parecen risibles.
La
legislación española referida a la censura en el cine se remonta al 12 de
agosto de 1904 como “Ley de protección a la infancia” con sucesivas
actualizaciones en 1912, 1913 y 1924 (esta última con la firma de Primo de
Rivera…).
En
1935 había en España unas 2500 salas cinematográficas de las cuales unas 1300
ya poseían equipamiento para la proyección de películas sonoras.
El
porcentaje de películas extranjeras era altísimo y la mayoría
eran…norteamericanas. Poco ha
cambiado en este aspecto.
Estados
Unidos les vendía los equipamientos sonoros para las salas a cambio de la
proyección obligatoria de sus producciones, lo que significaba que las nuevas tecnologías
que el público pedía sólo se daban a
cambio de un -casi -monopolio de exhibición.
La
promulgación de la encíclica “Vigilante
cura” sobre espectáculos cinematográficos en junio de 1936 vino a dar un
espaldarazo de validación a los moralizantes grupos católicos muy preocupados
por “los desvíos en la materia ocurridos durante la República”.
Las
ligas de padres y madres católicos y los
grupos en “pro de la decencia” se movieron con rapidez felina y poco antes de
los levantamientos militares que llevarían a la guerra civil, habían logrado varios de sus objetivos.
El 4
de mayo de 1937 en la órbita de la nueva Junta de Censura reunida en Salamanca sale
un documento que hoy es bastante difícil de conseguir.
He
aquí algunos de cuyos puntos que deseo transcribir.
“a)
Aumentar el rigor sobre aquellas películas en las que en forma más o menos
encubierta se haga menosprecio o se combatan los principios religiosos.
b) Se
urge el máximo respecto para sacerdotes y religiosos.
c) Sólo se admiten desnudos parciales si se trata de escenas de conjunto a
bastante distancia, jamás en primeros planos.
d) Las danzas basadas en contorsiones de las bailarinas serán admitidas
solamente en caso que lo requiriese el argumento pero sólo la iniciación fugacísima del baile,
debiendo cortar todo lo demás.
e) En
casos de efusión amorosa no debe hacerse distinción entre primeros y segundos
planos, procediendo terminantemente al
corte del trozo de película por mucha que sea la distancia a que la escena se
figure. f) Se prohíbe absolutamente cualquier
cinta cuyo argumento esté basado en adulterios, suicidios, divorcios o amores
contra natura. g) Se recomienda especial cuidado en todas
las películas de gánsteres que fueren en detrimento de la autoridad. h) Queda prohibido todo lo relativo a la lucha de
clases, exaltación de cualquier pueblo oprimido o argumentos que refieran a
vejaciones a las clases obreras o referentes a excesos de tristezas en las clases humildes motivados por falta de
medios económicos o por no poder hallar trabajo. ”
Hay
más, pero con esto basta.
¿Qué
pasaría hoy si a estas personas se le proyectaran películas como “El crimen del Padre Amaro” (2002), “Amen”
(2002) o simplemente “La Pasión de Cristo” (2004)? No podrían resistirlo. La sensibilidad es otra.
Todo ello sin mencionar los varios ejemplos de
películas sobre curas pedófilos
(“La mala educación” 2004), monjas
golpeadoras (“En el nombre de Dios”
2002), o historias de “pobres” como “El
árbol de los zuecos” (1979) o “Las cenizas
de Ángela” (1999). Ninguna
provocó una guerra ni produjo movimientos populares…
Mucha
agua ha corrido bajo los puentes, mucha censura se fue derribando por si sola, afortunadamente, pero en momentos en que los
fundamentalismos siguen creciendo desde los lugares más impensados, vale la
pena enlazar esto con una noticia que
casi no fue mencionada en nuestros medios.
La
superestrella del periodismo televisivo norteamericano Barbara Walters viajaba hace un par de años en un avión comercial
de regreso a Nueva York, cuando una madre, ubicada dos filas más adelante,
comenzó a dar de mamar a su bebé para disgusto absoluto de la periodista, quien no dudó en manifestarlo en forma casi
histérica en su programa (The View)
del día siguiente.
Consideró
“obsceno” que una mujer muestre su pecho al dar de mamar a su hijo mientras su
voz de perrito chihuahua iba creciendo en decibeles.
Un
grupo de madres le salió a reclamar por esos comentarios y abrumada por la ola
de críticas acaba de pedir perdón en el mismo programa.
Son
señales que parecen no tener conexión pero que van apareciendo; así que no es
mala cosa recordar que hay hombres y mujeres que se creen “iluminados”
que quieren decidir por los demás, qué
se puede ver (una película o un seno materno) o que no ver.
Tengo
claro que más personas de las que imaginar podemos, estarían encantadas con
estas leyes , reglamentos o prohibiciones- que a muchos nos parecen terribles- pero
que no dudarían en implementar, si pudieran…pero como de tontos/as no tienen un
pelo, saben también que por ahora, no es conveniente y cuando se les
escapa…piden disculpas.
Ejemplos
uruguayos tenemos…