viernes, 14 de febrero de 2014


París, 1941-1944
Las polémicas fotos en color de Monsieur Zucca


Cuando Steven Spielberg  iba a comenzar el rodaje de “La lista de Schlinder” (1993) dejó claramente establecido que para él “toda imagen de la Segunda Guerra Mundial debería filmarse en blanco y negro”.
Es que los millones de imágenes que tenemos de esos tiempos, raramente son en color.
El desarrollo de la tecnología/color aún no estaba masificado y el propio dramatismo de la época,  llevó a que en el imaginario general esos registros gráficos serían para siempre en una gama de grises, del más oscuro al más claro.
La última vez que visité París fue en enero de 2007 y  ya se hablaba entonces de “las fotos en color de André Zucca” que serían expuestas- en un total de 270- en la Biblioteca Histórica de la Ciudad en pleno barrio del Marais un año después.
Zucca había nacido  en el Piamonte en 1897. Siendo  niño viajó a Estados Unidos y en 1915 fue a Francia donde se establecerá hasta su muerte.
No fue un fotógrafo famoso en su época y murió- bajo el nombre de André Piernic- en 1973 viviendo  modestamente y  sacando fotos de bodas, cumpleaños y bautismos.
Entre medio fue un decidido colaboracionista de los ocupantes alemanes y fotógrafo contratado por  la revista de propaganda nazi SIGNAL para la que sacaba fotos que le pagaban  muy bien.
Curiosamente pocas veces las mismas fueron publicadas y simplemente quedaron como “registros” en su propio archivo personal. Es más, ninguna de estas fotos en color de París se publicó nunca porque no se consideraron “interesantes” por las autoridades alemanas.
En 1941 los servicios de ocupación nazi le entregaron una cantidad importante de película AGFACOLOR (la competencia directa de la norteamericana KODAKOLOR), un material del que ningún otro fotógrafo disponía por su elevado costo y la imposibilidad de obtenerlo si no era con orden “directa de los servicios de  propaganda de las fuerzas de ocupación”.
Zucca se dedicó entonces- pacientemente-  a fotografiar la vida parisina que le rodeaba entre 1941 y 1944.


La Muestra y el escándalo
 La exposición “Los parisinos bajo la ocupación abrió finalmente en Marzo  de 2008 y desencadenó un escándalo de proporciones.
Las fotografías fueron consideradas “políticamente incorrectas” al mostrar una ciudad que no parecía estar pasando los rigores de una ocupación militar, con “deslumbrantes colores y gente animadamente común” y - por sobre todo-  aparentemente “ajena a los horrores que se vivían en esos tiempos”.
Zucca había muerto hacía 35 años, su hijo Pierre, quien fuera realizador y guionista cinematográfico también, no sin antes ofrecer el archivo de su padre a la Biblioteca Histórica de París- unos 25000 negativos- por una suma simbólica.
Temía que si las llevaba a subasta, las mismas podían ser compradas por grupos privados “de interés” que las destruyeran.
Nunca se habían visto públicamente con anterioridad.
El conflicto (nunca resuelto)  de décadas que sobrellevan los  parisinos  por su actitud colectiva durante  la ocupación alemana volvió a la superficie.
A las voces clamando por la clausura directa de la Muestra se sumaron  otras que dejaron claro que las fotos fueron “registros espontáneos”  de esos años que mostraron- eso sí- a una parte de la población en su vida diaria y no a la totalidad de la misma.
 La vida en Paris  no se paralizó, la gente siguió viviendo como pudo y algunos (más de los que pueda aceptarse para muchos) “no la pasaron tan mal” pero de esto nunca se habla aunque es históricamente cierto.
Los espectáculos brillaron y los cabarets y clubes nocturnos trabajaron a sala llena. Algo que pocas veces se recuerda, porque se deberían entonces nombrar a los artistas –muy famosos varios de ellos- que participaron de los mismos…
En sólo dos de las 270 fotos se ven a ciudadanos judíos con la Estrella de David pegada en sus abrigos (una de ellas se puede ver en esta nota).
No hay colas por el racionamiento ni arrestos masivos registrados.
También se ven las banderas de cruz gamada ondeando por la Rue de Rivoli ,  jóvenes francesas departiendo en los Jardines de Luxemburgo o luciendo sombreros a la moda de entonces por la Place Vendôme.
Jean Baronet, curador de la Muestra,  asumió vivamente la defensa de la misma afirmando “a diferencia de Robert Capa, no pertenece a ningún círculo político, el fotógrafo era un individualista que sólo sacó las fotos que le parecieron pertinentes, las fotos que consideró adecuadas para reflejar el momento que estaba viviendo”.
Es sugestiva la madre con su hijo cruzando la calle a pasos del Arco de Triunfo donde un enorme cartel anuncia una gran exposición sobre “Los bolcheviques contra Europa” que se llevaba a cabo en esos momentos en la Salle Wagram o  un hombre mirando un aviso con la leyenda “Si quieres ganar más dinero, ven a trabajar a Alemania”, algo extraordinariamente raro en su utilización del “tuteo” que sabemos no es común entre los franceses.

Negociación ante un tema tabú
 Finalmente, y ante la posibilidad –real- de que algún grupo de exaltados atacara la Muestra y la negativa a clausurarla, se negoció entregar a cada visitante (fueron miles,  alentados por la polémica) una “hoja de sala” que enmarcaba el contexto histórico en que las fotos habían sido tomadas.
El historiador Jean-Pierre Azéma sugirió que la exposición cambiara su nombre por el de “Algunos parisinos bajo la ocupación” pero no fue atendida su propuesta,  pese a ser el autor del prólogo del libro/ catálogo.
Otros intelectuales tomaron la opción de manifestarse indignados ante los clamores de censura con frases como “¿Es necesario explicar a un espectador la foto de tres muchachas con lentes de sol en las que un fotógrafo se detuvo,  o aclarar que ese hombre mostró lo que quería de una ciudad que siguió su trajinar en medio de la ocupación? “.
El catálogo de la Muestra-editado por Gallimard- se agotó a los pocos días. 
Un comentario .nunca probado- es que algunas personas compraron cientos de ellos para “sacarlos de circulación”. 
Esto nunca se constató de forma fehaciente,  pero es interesante saber que la editorial nunca aprobó una “segunda edición” pese a los reclamos al respecto.
Un amigo uruguayo que vive hace años en Paris lo encontró (usado) en una librería barrial  y me lo trajo de regalo.
Es así que podemos hoy compartir una pequeña muestra de estas polémicas fotos.
André Zucca fue arrestado luego de la “liberación de París”, acusado de colaboracionista.
Lo fue, sin duda.
Estuvo preso casi un año y al salir de la cárcel se mudó  a Dreux donde vivió modesta y cautamente por casi 30 años como Monsieur Piernic, el fotógrafo “para fiestas familiares”.
Durante los meses que duró la Muestra se recordaron comentarios formulados por artistas de aquellos años.
 Me llamó la atención una frase de la actriz/ estrella Arletty (murió a los 94 años en 1992)  quien entre otras películas estelarizara  en 1942 (plena ocupación) el clásico “Los visitantes de la noche” dirigida por Marcel Carné.
Consultada por su vida en  aquellos años,  se limitó a resumirlos en esta frase: “Mi corazón era francés,  pero mi culo, internacional”.
Copyright © EM

                                                                                                                           


Las fotos han sido tomadas del catálogo de la Exposición “Les parisiens sous l'occupation” realizada entre el 20 de marzo y  el 1 de julio de 2008 en la Bibliothèque de la Ville de Paris.  Ediciones Gallimard, Paris- 2008.
La revista Signal fue comprada por el autor de la nota en la feria de Tristán Narvaja de Montevideo en 1997.