viernes, 22 de noviembre de 2013

Momento de decisión



Durante años quise volver a verla.
Era imposible de encontrar en formato DVD hasta que una amiga que volvía de España me mandó un correo diciendo que en “El Corte Inglés” de un lugar periférico había una copia bajo el nombre de “Paso decisivo” y que había sido “descatalogada por la productora”.
Es que “Momento de decisión” (1977) nombre con el cual la conocí es una película que he amado y amo profundamente.
No es una obra maestra, es simplemente una historia hermosa bien contada y mejor actuada y fotografiada.
Hace unos días la volví a ver en la soledad de mi casa.

¿Envejeció?
No ha perdido vigencia, no luce envejecida,  pero es asombroso comprobar cómo hace tan solo 36 años la sociedad era otra, pero tan diferente a la actual que parece otro mundo…
No hay aquí ni computadoras ni celulares, ni mensajes de texto, hay grandes teléfonos con cables de “rulo” y hasta las llamadas telefónicas  entre Oklahoma y Nueva York parecen extrañas y poco usuales.
Y es, fundamentalmente, una película que celebra al ballet, al más clásico, y a la amistad de dos mujeres que supieron competir por un papel en un ballet ficticio (Ana Karénina).

Dos estrellas brillantes
Esas mujeres en la ficción son Anne Bancroft (como Emma Jacklin) y Shirley MacLaine (como Deedee Rodgers).
Se conocen desde niñas, bailaron juntas desde muy jóvenes, luego la vida las separó.
Emma se volcó a su carrera de bailarina estrella sin formar familia, Deedee se casó (con un bailarín) tuvo tres hijos y ahora tiene una pequeña academia en Oklahoma.
La visita de la gran compañía (evidentemente el American Ballet Theatre, aunque nunca es nombrado así) a la ciudad de Deedee es el pretexto del reencuentro.
Saldrán a  la luz viejos rencores, una situación de celos nunca resuelta y, por sobre todo, el talento de la hija mayor de Deedee (la bailarina Leslie Browne) de nombre Emilia quien se va a integrar a la Compañía con todo lo que ello implica.
Claro que estará por allí un ruso “disidente estrella” de nombre Yuri (Mikhail Baryshnikov)  que pretextará varios números de ballets famosos con otras tantas estrellas (reales)  invitadas a una supuesta gala benéfica.

¿Cómo filmar ballet?
En su momento fueron aplaudidas las escenas de baile, en las que el director Herbert Ross (largamente vinculado a la danza como bailarín) en las que nunca se ve al público pero uno lo imagina en la oscuridad,  detrás de las luces… o lo que son las escenas frente a una pared de espejos en las que no se ve la cámara reflejada.
Como guiños para balletómanos aparece por allí la legendaria  Alexandra Danilova como Madame Dahkarova  y es importante saber que  Danilova fue una estrella de los ballets de Diaghilev… Murió en 1997, exactamente 20 años después de filmar esta película.
Momento de decisión” llegó en un momento brillante para el ballet en Nueva York (y en Estados Unidos en general), la revista Dance Magazine agotaba miles y miles de ejemplares, las tiendas que vendían desde mallas a zapatillas como CAPEZIO nunca conocieron mayor esplendor. Hoy,  lo que queda de esta tienda,  no es más que una pálida sombra de lo que fue…Broadway y la 50, primer piso...

Yo vivía allí entonces.
En la ciudad en la que me gustaría volver a vivir hasta el final… Una ciudad que puede agobiar, fascinar, hacer sentirnos los más felices o solitarios del mundo en una mezcla extraña que no encontré en otro lugar.
Recuerdo haber ido a una gala en el Lincoln Center -no muy diferente a la que muestra la película-  y en la que participaron desde Baryshnikov a Carla Fracci, Peter Martin, Antoinette Sibley y Marcia Haydée entre otras figuras  y fue tal el estallido final de que nos quedaron las manos rojas de aplaudir manifestando nuestra admiración.

Con las manos vacías…
La película tuvo once nominaciones al premio Oscar, desde las memorables protagonistas (Bancroft y MacLaine) hasta Baryshnikov y Leslie Browne como actores secundarios, también mejor dirección artística, fotografía, película, director, sonido, montaje y guion original.
No ganó ninguno.
Pasó a integrar la amarga lista de películas multicandidatas al Oscar que se fue con las manos vacías,  igual que  “El color púrpura” (1985) con la misma cantidad de nominaciones y cero premio.
Es que en ese momento no nos dábamos cuenta de que el mundo estaba cambiando para siempre. Uno no percibe los cambios sociales gigantes en el momento en que los vive, es necesario que pase el tiempo para notarlo.
Ese mismo año se estrenó “Fiebre de sábado a la noche” (1977) y fue el éxito que  marcó tendencia global en moda, música y costumbres.
Luego vendría el SIDA,  que hizo estragos en sus primeros años en el mundo del ballet, y TODO, desde una muy establecida  “cultura de la danza”, fuera bailarín o espectador,  se fue desmoronando… irremediablemente.
Al punto que ahora es irreconocible para nosotros.

Hoy
Shirley MacLaine tiene 79 años, Anne Bancroft murió hace 8 años, Baryshnikov -el pasado enero- cumplió  65 y Leslie Browne ,  55 años.
¡Qué lejos estábamos de pensar que todo iba a cambiar tanto y tan rápido!
 Igualmente,  volver a ver esta película hace que se me “piante un lagrimón”.
 Por los tiempos que se fueron, por los que no están,  por los que vendrán,  por la maravilla del cuerpo humano bailando y acercándonos a formas de la belleza que seguirán estremeciendo a los sensibles a estas manifestaciones del arte.
No nos dimos cuenta entonces, pero la pasamos bien, tanto que se añora ese año en particular, sabiendo que nunca más se reiterarán esas sensaciones que-naturalmente- el tiempo también se encargó de pulir y hacer resplandecer y tal vez no fueron tan maravillosas en realidad.
Si fue así, tampoco lo notamos.
De lo que estoy seguro es que es bueno haberlo vivido,  para poderlo contar…
Copyright © EM


Anne Bancroft (Emma Jaklin) en la barra "Momento de decisión" (1977)




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