Momento de decisión
Durante años quise
volver a verla.
Era imposible de
encontrar en formato DVD hasta que una amiga que volvía de España me mandó un
correo diciendo que en “El Corte Inglés”
de un lugar periférico había una copia bajo el nombre de “Paso decisivo” y que
había sido “descatalogada por la productora”.
Es que “Momento de decisión” (1977) nombre con
el cual la conocí es una película que he amado y amo profundamente.
No es una obra
maestra, es simplemente una historia hermosa bien contada y mejor actuada y
fotografiada.
Hace unos días la
volví a ver en la soledad de mi casa.
¿Envejeció?
No ha perdido
vigencia, no luce envejecida, pero es
asombroso comprobar cómo hace tan solo 36 años la sociedad era otra, pero tan
diferente a la actual que parece otro mundo…
No hay aquí ni
computadoras ni celulares, ni mensajes de texto, hay grandes teléfonos con
cables de “rulo” y hasta las llamadas telefónicas entre Oklahoma y Nueva York parecen extrañas
y poco usuales.
Y es,
fundamentalmente, una película que celebra al ballet, al más clásico, y a la
amistad de dos mujeres que supieron competir por un papel en un ballet ficticio
(Ana Karénina).
Dos estrellas brillantes
Esas mujeres en la
ficción son Anne Bancroft (como Emma Jacklin) y Shirley MacLaine (como Deedee
Rodgers).
Se conocen desde
niñas, bailaron juntas desde muy jóvenes, luego la vida las separó.
Emma se volcó a su
carrera de bailarina estrella sin formar familia, Deedee se casó (con un
bailarín) tuvo tres hijos y ahora tiene una pequeña academia en Oklahoma.
La visita de la
gran compañía (evidentemente el American Ballet Theatre, aunque nunca es
nombrado así) a la ciudad de Deedee es el pretexto del reencuentro.
Saldrán a la luz viejos rencores, una situación de
celos nunca resuelta y, por sobre todo, el talento de la hija mayor de Deedee
(la bailarina Leslie Browne) de nombre Emilia quien se va a integrar a la
Compañía con todo lo que ello implica.
Claro que estará
por allí un ruso “disidente estrella” de nombre Yuri (Mikhail Baryshnikov) que pretextará varios números de ballets
famosos con otras tantas estrellas (reales)
invitadas a una supuesta gala benéfica.
¿Cómo filmar ballet?
En su momento
fueron aplaudidas las escenas de baile, en las que el director Herbert Ross
(largamente vinculado a la danza como bailarín) en las que nunca se ve al
público pero uno lo imagina en la oscuridad, detrás de las luces… o lo que son las escenas
frente a una pared de espejos en las que no se ve la cámara reflejada.
Como guiños para
balletómanos aparece por allí la legendaria
Alexandra Danilova como Madame Dahkarova
y es importante saber que
Danilova fue una estrella de los ballets de Diaghilev… Murió en 1997,
exactamente 20 años después de filmar esta película.
“Momento de decisión” llegó en un momento
brillante para el ballet en Nueva York (y en Estados Unidos en general), la
revista Dance Magazine agotaba miles y miles de ejemplares, las tiendas que
vendían desde mallas a zapatillas como CAPEZIO
nunca conocieron mayor esplendor. Hoy,
lo que queda de esta tienda, no
es más que una pálida sombra de lo que fue…Broadway y la 50, primer piso...
Yo vivía allí entonces.
En la ciudad en la
que me gustaría volver a vivir hasta el final… Una ciudad que puede agobiar,
fascinar, hacer sentirnos los más felices o solitarios del mundo en una mezcla
extraña que no encontré en otro lugar.
Recuerdo haber ido
a una gala en el Lincoln Center -no muy diferente a la que muestra la película- y en la que participaron desde Baryshnikov a
Carla Fracci, Peter Martin, Antoinette Sibley y Marcia Haydée entre otras
figuras y fue tal el estallido final de
que nos quedaron las manos rojas de aplaudir manifestando nuestra admiración.
Con las manos vacías…
La película tuvo
once nominaciones al premio Oscar, desde las memorables protagonistas (Bancroft
y MacLaine) hasta Baryshnikov y Leslie Browne como actores secundarios, también
mejor dirección artística, fotografía, película, director, sonido, montaje y
guion original.
No ganó ninguno.
Pasó a integrar la
amarga lista de películas multicandidatas al Oscar que se fue con las manos
vacías, igual que “El color púrpura” (1985) con la misma
cantidad de nominaciones y cero premio.
Es que en ese
momento no nos dábamos cuenta de que el mundo estaba cambiando para siempre.
Uno no percibe los cambios sociales gigantes en el momento en que los vive, es
necesario que pase el tiempo para notarlo.
Ese mismo año se
estrenó “Fiebre de sábado a la noche” (1977) y fue el éxito que marcó tendencia global en moda, música y
costumbres.
Luego vendría el
SIDA, que hizo estragos en sus primeros
años en el mundo del ballet, y TODO, desde una muy establecida “cultura de la danza”, fuera bailarín o
espectador, se fue desmoronando…
irremediablemente.
Al punto que ahora
es irreconocible para nosotros.
Hoy
Shirley MacLaine
tiene 79 años, Anne Bancroft murió hace 8 años, Baryshnikov -el pasado enero-
cumplió 65 y Leslie Browne , 55 años.
¡Qué lejos
estábamos de pensar que todo iba a cambiar tanto y tan rápido!
Igualmente,
volver a ver esta película hace que se me “piante un lagrimón”.
Por los tiempos que se fueron, por los que no
están, por los que vendrán, por la maravilla del cuerpo humano bailando y
acercándonos a formas de la belleza que seguirán estremeciendo a los sensibles
a estas manifestaciones del arte.
No nos dimos cuenta
entonces, pero la pasamos bien, tanto que se añora ese año en particular,
sabiendo que nunca más se reiterarán esas sensaciones que-naturalmente- el
tiempo también se encargó de pulir y hacer resplandecer y tal vez no fueron tan
maravillosas en realidad.
Si fue así,
tampoco lo notamos.
De lo que estoy
seguro es que es bueno haberlo vivido,
para poderlo contar…
Copyright © EM
Anne Bancroft (Emma Jaklin) en la barra "Momento de decisión" (1977) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario